Aprovechando que habíamos viajado a Nápoles no quisimos perder la oportunidad de visitar el famoso volcán que en su día arrasó las ciudades de Pompeya y Herculano. Hoy en día sigue siendo un volcán activo entrando en erupción en alguna que otra ocasión, la más reciente en 1944.
En nuestra visita al Vesubio comenzamos el día preparando la mochila, en la que llevamos un par de bocadillos, una botella de agua y algo que es necesario aunque lo visitéis en verano, una chaqueta. Y es que en cuanto lleguéis a la cima notaréis que la temperatura es bastante inferior al estar en lo más alto, además suele haber viento lo que da aún más sensación de frío. Además también os recomendamos llevar ropa y calzado cómodo.
Para llegar hasta los pies del monte Vesubio nosotros fuimos en el coche que habíamos alquilado para nuestro viaje por Nápoles. Podéis reservar un coche aquí.
Al llegar al Vesubio hay en la entrada del parking una persona encargada de darte el ticket por un precio no muy elevado. Una vez aparcas tienes dos opciones de subir hasta la zona donde se venden las entradas para entrar al Vesubio.
La primera opción es subir a pie, aunque nosotros no lo aconsejamos ya que es una zona que no es muy llamativa para admirar y además pierdes tiempo para llegar a la entrada.
La otra opción es que pagues la entrada del autobús y subas de una forma más rápida y cómoda hasta la propia entrada del monte Vesubio.
Una vez arriba nos pusimos a la cola para coger la entrada, tiene un precio de 10 euros por persona, para después comenzar nuestra subida a este magnífico volcán.
Al empezar la subida ya nos dimos cuenta de que algún resbalón íbamos a tener, ya que la zona de subida es bastante irregular y la tierra del camino se mueve bastante.
A medida que íbamos subiendo nos íbamos encontrando varios puestos en los que comprar algún recuerdo y zonas para descansar y sacar alguna foto.
Cuanto más arriba estábamos más ganas teníamos de llegar y ver de una vez la cima de este famoso volcán.
Al llegar arriba te das cuenta de lo impresionante que es esta zona, lo que la naturaleza puede llegar a crear. Desde aquí se tienen unas vistas increíbles de la ciudad de Nápoles y otras de los alrededores.
En cuanto al propio Vesubio es increíble mirar para el interior del cráter, donde se formaron zonas de hierba pero a la vez si te fijas sale humo por diferentes zonas del volcán. En la propia cima hay varios miradores tanto hacia el cráter como a las diferentes ciudades que duermen a los pies del Vesubio.
Después de admirar esta increíble zona de naturaleza damos por finalizado nuestro viaje al famoso volcán y comenzamos a descender, no sin antes saber que algún día volveremos a visitarlo.
Viajar con tranquilidad siempre debería ser algo esencial, y nosotros lo hacemos en todos los viajes gracias a Heymondo.
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Nosotros tuvimos que utilizar el seguro en un viaje y gracias a ellos recuperamos el dinero que tuvimos que invertir a mayores, y desde esa no viajamos sin seguro de viajes.
Si queréis visitar el Vesubio pero en grupo os recomendamos esta excursión.
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